Unicaja ha recogido en un año y enviado para su reciclaje un total de 217.600 tarjetas de crédito, débito y prepago (caducadas o estropeadas), lo que equivale a 1,3 toneladas de plástico. Con esta práctica se ha evitado la emisión a la atmósfera de 2,4 toneladas de dióxido de carbono.
Estos datos, correspondientes al ejercicio 2024, reflejan el compromiso de Unicaja con la sostenibilidad, una de las claves de su Plan Estratégico 2025-2027. Uno de los objetivos de la entidad en esta materia es impulsar la economía circular (reducir, reutilizar y reciclar) y evitar así la producción de plástico.
Precisamente, desde 2023, las tarjetas de crédito, débito y prepago de nueva producción para Unicaja son de plástico 100% reciclado, procedentes de la industria automovilística y de restos de la fabricación de ventanas y tuberías.
El plástico PVC 100% reciclado constituye una de las mejores alternativas actuales del mercado para reducir la huella de carbono.
Otro aspecto relevante a la hora de reducir este impacto es la procedencia de los productos. En ese sentido, Unicaja también tiene en cuenta este aspecto y el proveedor de fabricación de sus tarjetas tiene centro de fabricación en España.
Por todo ello, es importante depositar en las oficinas aquellas tarjetas bancarias que estén estropeadas o caducadas, de modo que vuelvan a entrar en el círculo económico y ayudar así a reducir la huella de carbono y luchar contra el cambio climático.
Impulso de la economía circular
La correcta gestión de residuos para su reciclado y recuperación es una parte integral de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por las Naciones Unidas. Unicaja como socio del Pacto Mundial y en línea con el ODS 12, promueve modalidades de consumo y producción sostenibles.
En el marco de su política de sostenibilidad, el banco está comprometido con el desarrollo y la promoción de iniciativas respetuosas con el medioambiente, minimizando, para ello, el impacto ambiental directo e indirecto de su actividad.
Oferta de tarjetas
La entidad ofrece una amplia variedad de tarjetas, adecuadas para el uso del día a día, ya que permiten realizar múltiples transacciones, como la retirada de efectivo en cajeros y diversas formas de pago de las compras, tanto físicas como online, adaptándose así a las necesidades del cliente, al que pone en todo momento en el centro de su actividad, y a la organización de sus gastos.